Los Moles Galdi han florecido en San Miguel de Allende, gracias al ímpetu de Laura Ramírez, quien ha construido con las recetas familiares un exitoso micronegocio, listo para alcanzar nuevos logros.

¡Tenemos el ajonjolí
de todos los moles!

Catorce variedades de mole empezaron a producirse en un solo molino. Con mucho ahínco Laura ha visto crecer su negocio, mientras su marca se posiciona y la fama de sus excelentes productos, nunca mejor dicho, va de boca en boca.

Si vas a manchar el mantel, que sea con Moles Galdi.

Trabajando de manera incansable, Laura pudo adquirir un terreno para construir La Casa del Mole de sus sueños. Como suele ocurrir, esta microempresaria produce, vende, cobra y administra. Por ser un ejemplo de lucha, ella merece mucho apoyo para la realización de sus proyectos.

¡A darle que es
mole de olla!

¿Quieres participar en el proyecto de  expansión de Laura Ramírez? Déjanos tus datos y te haremos llegar su gran sueño

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